Hace una semana hice una apuesta con una amiga, y este es mi premio *O* espero que les guste tanto como a mi
Memories (Drabble: Mi voz favorita)
comenten por favor T.T para que se anime a escribirme mas fics bonitos *O*
ERAS TÚ
-¿A dónde tenía que ir? No lo recuerdo…tal vez si hubiera
mirado el mapa una vez más-Como había salido tarde, Ryosuke no tenía otra
opción que pedir indicaciones, algo que no le gustaba mucho.
-Ehmm…disculpe-lo mira-si, bueno…puedo hacerle una pregunta-Lo
siento muchacho no tengo tiempo-Aunque su cara tierna fuera buena, cada quien
tenía sus quehaceres, lo intentó de nuevo.
-¡Disculpe!, si bueno, quisiera
saber dónde se encuentra la esta…Oh! Disculpe, ya la encontré.-justo frente a
él, esta vez la expresión de la otra persona fue de “¡Ay! ¡Pero qué burro!”. Felizmente Ryosuke no lo vió, quizás eso
hubiera acabado con la poca determinación que llevaba.
-Apúrate madre-murmuraba de
manera caprichosa-no entiendes que si no compro hoy las entradas, no las
compraré jamás…
-¿Yuto? Ya estoy lista ¿tomaste
ya los boletos del tren?
-¡See!-jadeó.
-No le hables así a tu madre Yuto
Nakajima- dijo Aya en un tono “severo”.
-(jaja) disculpa, pero es que ya
es tarde.
-¿Desde cuándo tienes tanto
interés en ir al colegio?
-¡Desde siempre claro! ¿No lo
sabes? ¿Y aun así te haces llamar mi madre?
Ella solo
le arregló el mechón más desaliñado y salieron.
-Buenos días, vengo a comprar un
boleto.
- ¿De verdad niño? ¿Vas a comprar
un boleto? ¿En una boletería?
-Pude haber venido a pedir
indicaciones-Apenas se escuchó esa frase-Sí, a Tokyo por favor.
-¿No quisieras uno de vuelta
también?-dijo en tono burlón.
Ryosuke estuvo esperando una
pregunta así desde que tomó la decisión de salir de la ciudad, la esperaba de
manera casi angustiante, esperaba describir hasta los más mínimos detalles el
por qué su vida es tan interesante y no se compara a la de otros, como por
ejemplo a la del señor que atiende la boletería. Ya lo había pensado, ya sabía
que responder, y empezaría así… Pero el sentimiento de siempre, esa inseguridad
antes del último golpe se interpuso como ya era costumbre y dijo:
-No, gracias por el booOO AAAYY- Ryosuke
cayó al suelo.
-Perdón-alguien dijo sin siquiera
mirarlo.
-No hay problema- Extendió el
brazo, esperando ayuda para levantarse-No se preocc…¡¿Pero qué?!
El sujeto que lo había empujado,
ahora estaba comprando boletos.
-Gracias-se fue y abordó el tren.
A Ryosuke le tomó unos segundos
recuperarse de su ensimismamiento.
-Si esto ocurre aquí donde se
supone todos son amables, no quiero imaginarme lo que pasará cuando llegue, tengo
un camino muy largo-pensó.
Subió al
tren, lo que había pasado, ya pasó, ahora tenía que enfocarse en lo que haría
cuando llegue.
Habían pasado ya unas dos horas,
desde que Aya bajó del tren, había pasado una hora desde que Yuto tenía que
haberse bajado del tren para ir a estudiar y había pasado media hora desde que
un chico con cara de koala atrincherado miraba por la ventana, con unos ojos
que gritaban: ¡Lo lograré!; o al menos eso es lo que pensaba Yuto, él se había
quedado viendo a un muchacho que cambió de asiento hace media hora, para
sentarse al lado de la ventana, en el mismo compartimiento, frente a él.
-Les mostraré, se arrepentirán,
ellos están equivocados conmigo-pensaba Ryosuke casi de manera alarmante, claro,
su modo defensivo estaba en on, después de haber sido olvidado por la señora
que vendía dulces y haberla perseguido unos cuantos vagones, tuvo que quedarse
en ese vagón, no podía regresar al compartimiento junto con esa niña vanidosa, su
madre aun peor y sus muy vomitivos perfumes.
-Así que además de tener una cara
bastante delicada, también tiene un olor femenino-Yuto estaba pensando en su
nuevo compañero, había olvidado su objetivo en el tren, este chico le llamaba
la atención, y de manera muy resuelta trato de iniciar una conversación-¡Hey!
Soy Yuto Nakajima, ¿tú eres?
-Cuando llegue…ya lo verán ¡se
arrepentirán! Un momento…pruebas, voy a necesitar pruebas…-pensaba Ryosuke.
-Acaso será sordo, por eso anda
tan consternado…-lo intentó otra vez, ahora extendiendo la mano-Hola, soy Yuto
Nakajima y ¿tu eres?
Pero en el aire solo se escuchó
el suspiro de Yuto, entonces se levantó y se acercó a Ryosuke, golpeteó su
hombro y repitió:
-¡Hola! Soy Yuto Nakajima y…-pero
se detuvo, unos ojos desesperados se encontraron con los suyos.
-¡¡POR QUÉ ME HAS
TOCADO!!-Ryosuke, esta vez no se contuvo, sacó violentamente la mano de Yuto de
su hombro y siguió gritando- ¡HE TENIDO UNA MAÑANA BASTANTE MALA, PARA QUE
VENGAS TÚ A GOLPEARME COMO SE TE DÉ LA GANA!
…
-Disculpa-dijo reflexivamente-No
creí que llevabas un mal día.
Ryosuke no estaba preparado para
eso, él esperaba un golpe, un grito o al menos una respuesta cruel.
Yuto volvió a sentare, y vio como
el koala atrincherado estaba a punto de llorar, como si recién se hubiera dado
cuenta que estaba en una batalla, o al menos eso pensaba él.
El otro muchacho se quedó parado,
aunque miraba al otro, sus pensamientos solo iban para él mismo-Gracias-apenas
se oyó y se sentó también.
No se escucharon palabras, pero
sí una constante nariz tratando de reprimir los mocos.
-Ryosuke tienes que disculparte,
él solo te estaba hablando y tú no lo escuchaste-pensaba para sí mismo-tienes
que decirle algo, fuiste como los otros, actuaste como ellos te tratan a ti y
tú no quieres ser así-determinado empezó a pronunciar, mirándolo a los ojos,
aunque algo bajo-Dis…
El muchacho de en frente sin
haber oído, se levantó, abrió el compartimiento y se marchó.
-¿Tuve que haberme ido? Si yo
estuviera en su lugar quisiera estar solo-pensaba Yuto, buscando algún
compartimiento, aunque a estas horas uno ya sería innecesario. Se escuchó un
gran alboroto y el tren empezó a detenerse. Yuto se acercó a la puerta, era el
primero ahí, cuando se dio cuenta de que alguien lo estaba mirando. Giró la
cabeza y pudo ver unos cabellos castaños saliendo del compartimiento que había
dejado.
-O podría ser que no quisiera
estar solo-pensó rápidamente.
Se acercó.
Ryosuke vio unos zapatos bastante
grandes debajo suyo, así que levantó la mirada, aceptó el hecho de que podría
ser golpeado, alguien amable que es tratado injustamente tiene derecho a estar
enojado había pensado. Tomó aire y enfrentó esos ojos…ojos que no pudo tomar en
cuenta, porque lo primero que vio fue una sonrisa.
-Fui el primero en hablar hace un
momento, así que ahora es tu turno.
-…yo…si…bueno…Disculpa…no era mi
intención gritarte…tenías razón…tengo un mal día.
Yuto pensó que estaba bien,
aunque no estaba molesto, quería hacer sentir mal al otro.
-Me heriste mucho, yo si tenía un
buen día, y creo que ya se me acabó la suerte.
En ese momento un señor que
estaba saliendo golpeó con su equipaje el trasero de Yuto y siguió su camino
para bajar del tren.
Y él cayó, felizmente Yuto cayó
encima de una cómoda almohada, sin embargo, esta cómoda almohada tenía cara,
una cara muy asustada, una que parecía haberse enterado del día de su muerte.
-¡Disculpa!-dijo Yuto-ya me
levanto-con cuidado para no tocar a su compañero y hacerlo explotar otra vez,
empezó a levantarse.
-No te preocupes-dijo Ryosuke,
luego titubeó-ahora se podría decir que puedes golpearme.
-¿Por qué te golpearía?
Raras veces alguien escuchaba
esos pensamientos en voz baja que no se atrevería a decir más alto, así que
resignado explicó:
-Yo he tenido un mal día y tú uno
bueno, creo que con lo que acaba de ocurrir…pudimos haber intercambiado de
suerte.
-Es posible, en ese caso, debes
alegrarte ¿no?
-No, cómo podría hacerlo, tal vez
te vaya realmente mal…
-¿Mal? (jajaja) tengo tan buena
aura que seguro tus demonios ya están a kilómetros de aquí-cogió la mochila de
Ryosuke-lo que acabas de ver es solo coincidencia, vamos.
Extrañamente Ryosuke no tenía esa
sensación de inseguridad, y creyó que realmente su aura era buena, así que lo
siguió.
-Y bueno ya sabes, soy Yuto
Nakajima, y ¿tú eres?
-Soy-
-Adivinaré
-Está bien
-¿Tu nombre lleva “a”?
-Eso no es adivinar
-Deja de susurrar, si no me voy a
volver hipersensible a cualquier sonido
-Está bien, pero no estás
adivinando
-Yamaha
-No, pero…
- ¡Yamada!
-¡¿Siempre eres tan rápido?!
-Casi siempre-dijo sobándose la
cabeza-la última vez que adiviné, fue cuando adiviné el nombre de…¡Ahora tu
nombre!
-Si no me quiere contar está
bien, recién nos conocemos-pensó Ryosuke.
-¡Chinen!
-¿Y quién es ese? (jajaja)
-No, no… debes ser algo como
Ryutaro
-Es posible-pone cara de
pícaro-Oh espera-estaban llegando a la salida de la estación-creo que desde
aquí vamos por caminos diferentes.
-¿Por qué lo dices? Ni siquiera
sabes a dónde voy.
-Siempre es así, cada vez que la
paso bien con alguien, esa persona debe irse
-Te olvidas de algo
-¿De qué?-dijo desanimado
-¡De mi gran aura por
supuesto!-levantó el brazo e hizo un puño
-(jajajajaja)-Ryosuke estalló en
carcajadas
Yuto dudó por un momento, pero
empezó a reír.
Aunque la atmósfera era muy
buena, se empezó a poner incómoda, ahora a dónde irían.
-Yo…tengo que ir a comprar algo.
-¡Yo también!-dijo feliz Yuto
-No creo que vayamos al mismo
lugar de todas maneras-dijo Ryosuke sacudiendo las manos.
-¿No te dije que no susurraras?
-Sí-raramente Ryosuke no se
sentía presionado, era tan libre, aunque este nuevo amigo lo tratara así-así
son los amigos-pensó.
-Voy a comprar…-se acercó a la
oreja de Ryosuke-una entrada para el concierto de esta noche.
-Acabas de susurrar.
-Esto es diferente-
- ¡¿Qué el concierto de esta
noche?!
-…pero esto…era entre nosotros,
lo acabas de gritar, pero qué…
Ryosuke había abrazado a su nuevo
amigo, no lo dejaría ir esta vez, esto era mucha coincidencia, sí, él es su
nuevo amigo, estaba realmente entusiasmado.
-Supongo que vas al mismo lugar,
vamos-sonrisa.
-Tú… ¿conoces el lugar?
-¡Claro que sí! Siempre vengo
aquí con mis amigos a pasar la tarde.
Amigos, eso era lo que pensaba Ryosuke-¿Cómo
pude abrazarlo? ¿Acaso no he aprendido la lección?-se separó mucho de Yuto.
-Hey.
-Recién nos conocemos.
-No lo había notado.
Ryosuke no supo, si se estaba
burlando, o de veras era como si se conocieran desde hace mucho tiempo, quiso
preguntar, pero decidió que mejor no.
Yuto vio por el rabillo del ojo a
Ryosuke esperando por alguna reacción, pero no ocurrió nada, así que puso su
brazo sobre el hombro de este.
Esta sensación ya la conocía el
pequeño, esa sensación de que alguien quiera estar contigo, de que alguien
confiara en ti, de que confiaras en alguien…¿Por qué confiarías en un
desconocido?
-No me toques por favor-dijo
seriamente Ryosuke
-¿Sigues molesto a acaso?
-No, no me gusta que me toquen
-Está bien-Yuto creyó que podría
respetar la decisión de su nuevo amigo, pero no le era muy posible dejar de
hacer cosas para acercarse más-¡Cuidado con el estudiante!-cogió de la cintura
a su compañero y lo movió, justo a tiempo, antes de que dicho estudiante cayera
en el lugar en el que estaba Ryosuke-¡Te he salvado! me debes 1000 yenes.
-¿QUÉ?
-Es broma, es broma, no te
alteres.
-Gracias por salvarme-parecía que
esta última frase la dijo dos veces, una para Yuto y una para él mismo.
-Por cierto tu nombre es…
Ryosuke cogió del brazo a Yuto y
lo llevó a un pequeño callejón; Yuto se dejó llevar cual niño llevado por su
madre a la heladería, estaba inseguro pero feliz, este pequeño nuevo amigo le
daba mucha curiosidad; se detuvo y se paró frente a él, levantó la mirada y
dijo feliz:
-¡Soy Ryosuke Yamada! ¡¿AAAHH?!
Yuto estaba frente a él, cerca,
muy cerca, cerca de su boca.
-¿T…u tu…eres del tipo
pervertido?-dijo retrocediendo
-¡No!-contesto rápidamente, casi
alterado-no, yo creí que…
-Es…ta…está bien. Te creo-dijo,
como si tratara de convencerse a sí mismo
-Disculpa
-Está bien-dijo sonriendo
felizmente-Fue mi culpa.
Salieron del callejón y Yuto dijo
-¡Gracias
Yama-chan!-rodeándolo con el brazo. Ryosuke se rindió y no le dijo nada.
Siguieron su camino y llegaron a
un centro comercial muy grande, como Yuto vio a su compañero muy sorprendido,
decidió hacerle un recorrido antes de llevarlo a comprar las entradas.
-Iremos al último piso y luego
regresaremos al primer piso a comprar las entradas ¿está bien?
-Creí que a estas alturas harías
las cosas por tu cuenta, sin preguntarme-dijo claramente Ryosuke
-(jaja) ¿Eso es un sí? Vamos
entonces
Subieron al ascensor, el cual era
de vidrio, así que la cara de Ryosuke era la de alguien muy sorprendido…o
asustado.
-…Esto…tengo miedo-dijo casi
temblando el pequeño
-¡Oh! Creí que estabas solo
sorprendido-así que Yuto tomó la mano de Ryosuke-¿Así está bien Yama-chan?
-Sí mejor, mucho mejor-respondió
sin pensar-porque es más seguro-añadió rápidamente.
Entonces llegaron al último piso,
realmente una vista hermosa, Ryosuke pensó que podría quedarse ahí para siempre, sin regresar a su hogar, a un
hogar que ahora no reconocía, un lugar al que no quería volver, un lugar al que
regresaría, al que regresaría sin nada, solo recuerdos.
-Supongo que después del
concierto, ya no nos veremos-dijo Yuto, aún tomados de la mano -Ten esto.
-¿Es tu número?
-¡Claro que sí!...o ¿no quieres
seguir en contacto conmigo?
-¡Claro que no!-Ryosuke sacó su
celular y apuntó el número-espera…
Sonó una canción como un solo de
batería, era el celular del chico más alto.
-¿Hola?-Respondió un juguetón
Yuto
-¿Qué haces?-Contestó un
extrañado Ryosuke
-Esperaba tu llamada desde hace
mucho…
-…
Yuto cortó la llamada y guardó el
número de Ryosuke en su móvil.
-Así que ahora has conocido
Tokyo, no del todo, pero al menos ya sabes qué esperar, empecemos a bajar-dijo
Yuto tranquilamente.
-Sigamos entonces-sonrisa
Ya más seguro, Yuto entrelazó sus
dedos con los de Ryosuke y bajaron por las escaleras.
Recorrieron casi todas las
tiendas, solo las tiendas que a Yuto le gustaban. Entraron a una tienda de
música…
-¡Yama-chan! Mira esto-pone los
ojos sexis y empieza a tocar la batería como un profesional
-¡Woooaa qué bien lo haces!...
Puedes…-decía Ryosuke dudando
-¿Qué dices?-para de tocar
-¿Puedes tocar algo lento?
-¿Uhm?
-Confía en mí-decir esta frase a
Ryosuke le era raro, nunca lo había hecho, no recordaba haberlo hecho, siempre
era él, el que dependía de los otros, pero Yuto lo hacía sentirse bien, le
hacía querer ser alguien nuevo, alguien seguro.
-Claro…-tratando de concentrarse,
Yuto empezó a tocar…y Ryosuke, Ryosuke empezó a cantar.
Por un instante Yuto se vio
completamente anonadado, pero el ritmo siguió fluyendo…la canción tomaba color,
matices que se reflejaban en la expresiones de Yuto y Ryosuke, miradas que
dejaban de encontrarse solo cuando cerraban sus ojos, cuando los cerraban solo
para sentir con fuerza la canción, como si detrás de esta tonada sus almas
conversaran, en algún tipo de lengua, sobre algún tema que seguro tenía que ver
con sus encuentros pasados y sus próximos encuentros…Canción que siguió sonando
en los corazones de dos personas, desconocidas hasta hace unas horas, pero
conocidas desde la eternidad.
-Tenía ganas de hacer esto desde
hace mucho-dijo felizmente Ryosuke
-Entonces deberíamos vernos más
seguido ¿no crees?-respondió rápidamente Yuto
-Sí…creo que sí
Y continuaron con su
recorrido…Llegaron al primer piso
-Aquí es-señaló Yuto
Ryosuke se acercó al mostrador y
decididamente dijo:
-Deme una entrada para el
concierto de Leona Lewis, por favor.
-¡Espere! Una más por favor-se
apresuró a decir Yuto
Aunque Yuto intentó pagar las
entradas, Ryosuke no lo dejó, por la cara que puso, hizo que Yuto tuviera
cuidado.
Esta vez, Yuto estaba triste:
-¿Así que nos vemos hasta la
noche?-dijo lastimosamente
-Sí, creo que sí…
-¿A dónde irás?
-A algún restaurante
A Yuto se le iluminaron los ojos
-¿No tienes dónde quedarte?
-No soy de la ciudad
-¿Quieres ir a mi casa a pasar la tarde?
-…No creo que sea buena idea…
-¿Por qué? Es perfecto para ti, puedes comer en mi casa y
luego vamos juntos al concierto.
-Parece buena idea
-¡Yama-chan confía en mí!
Ryosuke estaba muy indeciso, irse con alguien que recién
había conocido ¡a su propia casa! … Y si él era peor que sus amigos de toda la
vida…Pero dijo que confíe en él, algo así como lo que él mismo había dicho hace
unas horas…tendría que aceptar esta vez.
-Está bien, vamos.
Tomaron el tren de regreso, y Yuto inició la conversación
como era de esperarse:
-Mi madre trabaja hoy hasta tarde, podremos ir al concierto
sin que se entere, ni siquiera se enterará de que estuviste en casa.
-¿Vamos a estar solos?
-Sí-dijo felizmente Yuto
-… ¿Quién nos cocinará?… ¿Sabes cocinar?
-Claro que no, mi madre deja todo listo por las mañanas
-Me alegro-dijo Ryosuke con una sonrisa ladeada
…
-Por cierto... ¿de veras estabas de malas en la mañana?
-Creo que sí, pero no tengo excusas por tratarte así…
-Tenías que sacarlo, me alegra que hayas explotado conmigo
-¿Por qué?
-Porque puedo unir tus pedazos
-…me alegra también…me alegra que seas tú quien lo haga-dijo
mirando al piso.
Llegaron a la casa de Yuto, y lo primero que vio Ryosuke fue
un gran número de bolsos en el closet cerca a la puerta.
-¿Y esto?
-Se supone que cuando se llega a una casa ajena no puedes
andar de curioso como en la calle-dijo un fastidiado Yuto
-Disculpa
-¡Ahora bien! Siéntate en el mueble ¿quieres té?
-No realmente…tengo mucha hambre
-¡Claro! Ya es muy tarde, voy a servir-Yuto se fue, dejando
a un confundido Ryosuke en la sala
Ryosuke pensaba en cómo pudo cambiar tan rápido la actitud
de su nuevo amigo, pero después de todo recién lo conocía.
-¿¡Vives solo con tu madre!?
-…
-¡¡Yuto!! ¿¡Vives solo con tu madre!?
-…
Ryosuke se levantó y fue de nuevo al closet, habían muchas
carteras, aunque una mujer vivía en esa casa, no entendía por qué todas ellas
tenían todavía la etiqueta.
De pronto el sonido de la cucharita contra la porcelana dejó
de sonar, y un astuto Yuto llegó a la sala
-¡Oye! te dije que…
-¿Cuál es el control de la televisión?-preguntó Ryosuke
sentado en el mueble con dos controles en sus manos.
-…es…es el más grande-dijo un pensativo Yuto- ya traigo la
comida-se fue a la cocina
-Esto es raro-pensaba Ryosuke-no le gusta que husmeen en el
closet, pero cuando saco esto de debajo del mueble no me dice nada-estaba
realmente extrañado-qué tipo de misterio ocultará…
-Sírvete, le alcanzó un plato y
un vaso con refresco
-¡Itadakimasu!
Comían mientras veían la
televisión, y pasaron por la tv un anuncio sobre el concierto de Leona.
-Realmente una gran artista-decía
Yuto a Ryosuke, o así mismo tal vez.
-Sí, lástima que algunos no lo
entiendan
-¿Ah?
-No, nada, ya sabes no todos
tenemos los mismos gustos
-Cierto…
-…Yuto…creo que debería
preguntarte… ¿Esas carte-
-Son de mamá, no le gusta que toquen sus
cosas.
-Así que era eso… ¿Cómo le va en
las ventas?
-¿Ventas?
-Sí, las etique…-no se suponía
que él tenía que saber eso
-Yama-chan…-dijo Yuto, tratando
de contenerse-eso es muy personal
-…disculpa, no creía que fuera
algo serio
-…si…después de todo quién cree
que muchas carteras sin usar son un asunto serio…
Terminaron de comer, Ryosuke
llevó los platos a la cocina, desde ahí gritó
-¿¡Yuto, qué haremos hasta la
noche!?
-…-se frotó unos ojos, ojos con
algo de agua y respondió-¡Podemos ver la televisón!
-¿Puedo bañarme antes de
salir?-dijo Ryosuke algo dubitativo
-…ehmm…esto es raro…pero sí, si
puedes
-Mejor me baño ahora…¡Gracias!
Ryosuke empezó a ducharse, y Yuto
escuchaba feliz el sonido del agua, mientras pensaba si era este nuevo invitado
era lo que él estaba esperando, era lo que tenía que ser el plan de quienes se
habían ido…o…tal vez solo un invitado más, como muchos otros, y si ese fuera el
caso ¿éste también sería hiriente? ¿Éste también se iría rápido?...Pero…no
perdería nada con intentar una vez más…aunque ya había llegado un poco lejos
como para arrepentirse…
Y así entre pensamientos sobre su
nuevo amigo, cayó dormido frente al televisor.
-¡Listo!-dijo
Ryosuke llegando a la sala-ooh-dijo bajando la voz, cogió su chaqueta y la puso
sobre Yuto-tal vez estés frío-ahora sentándose a su lado-así estarás más
caliente-dejando su cabeza sobre el hombro del mayor-así podré descansar
también yo.
Durmieron hasta casi llegada la
noche …Ryosuke despertó primero. Comprobó la hora y vio que no era tarde, quiso
levantarse pero había un brazo sobre él, así que se quedó ahí
-¿Tienes que ser tú quién me
ayude?-pensaba Ryosuke-¿Acaso conocerte estaba dentro de mis planes?... ¿Y por
qué es que me siento tan bien contigo?... ¿Y si eres como los demás?...Tú no te
has burlado en ningún momento de mí, ni siquiera has intentado alejarme ¿Te
agrado de verdad?...
Yuto despertó, sonrió largamente,
mientras que su amigo lo admiraba.
Sus miradas se encontraron, y
aunque por unos segundos dudaron, sus cabezas empezaron a acercarse, Yuto cogía
la nuca de Ryosuke y este los costados del otro.
Sonó el teléfono.
…
-¡Contestaré rápido!-dijo Yuto
Ryosuke no entendió bien ¿solo
esperaba ser salvado antes de besarlo? Pudo haber contestado después, o pudo
haber dejado pasar la llamada.
-¡Está bien! Pero no llegues tan
tarde, ya es mucho con que llegues mañana-colgó negando con la cabeza y volvió
a sentarse al lado de Ryosuke, al lado de un Ryosuke algo indiferente
-¡Era mi herm!¡Mi madre! Era mi
madre-dijo Yuto algo asustado
-¿Le dices a tu madre hermana? ¿O
a tu hermana madre?
-Genial, ahora ya no
susurras-dijo un Yuto fastidiado
-…No, ya no lo hago-se armó de
valor-está bien, si tu mamá no es de tus gustos, y no quieres ser tan formal
con ella, creo que los padres a veces deben de guardarse sus consejos de padres
para sí mismos, consejos que deberían seguir compartiendo con sus amigos-como
veía a un sorprendido Yuto, continuó-mira cómo va a llegar tarde. No creo que
sea realmente malo odiar a tus padres-esperó por alguna reacción, como no la
encontró siguió-Ella debería ser mejor madr-
-¡Ella lo es! ¡Cállate!-Yuto se
levantó furioso y subió al segundo piso.
Ryosuke tan sorpendido y
asustado, no atinó a moverse ¿Podría ser el mismo con él que había dormido hace
unos minutos?...Si es su madre, tal vez sean muy unidos, por eso le dice
hermana y qué hay de su cambio de humor; trataba de entender las cosas por sí
mismo, pero ya que solo tenía un indicio, decidió ir en busca de el, se acercó
al closet y lo abrió, ahí estaban, 10 o 12 carteras, fue por una, tenía la
etiqueta, pero el precio estaba borrado, la abrió, adentró había una carta,
tendría que ver siquiera el destinatario, pero gracias a su concentración, no
escuchó los pasos que bajaban la escalera.
-Te dije que no fueras curioso.
-…-lo miró con unos ojos grandes-Lo
siento, pero esto… ¡Disculpa!-gritó un Ryosuke desesperado y más que por
sentirse bien consigo mismo, lo sintió en su corazón-¡Discúlpame! –y corrió
hacia el estómago de Yuto, un formidable Yuto que recibió el abrazo seriamente.
-¿De qué te disculpas?-dijo
fríamente, no podía arriesgarse a ser demasiado bueno, todos los anteriores
fallaron en esta parte, él había fallado, no lo haría otra vez. Tomó la
decisión desde que abrió la puerta de su habitación para encarar al futuro, a
la nueva oportunidad, tomó la decisión desde que hace unos meses lloraba sobre
su almohada con los brazos de su hermana en su espalda, llorando también.
-Esto no es una carta…es una
tarjeta de cumpleaños-decía Ryosuke sin mirar a Yuto, solo sintiendo su corazón
cerca de su mejilla-tu hermana es ahora tu madre-casi no podía hablar-pero lo
es… desde hace mucho tiempo…
-¿A qué te refieres?
-Tu-llorando- madre-llorando-no
está-empezó a sollozar- Ryosuke levantó la cabeza y vio Yuto directamente-No
tienes por qué avergonzarte-se forzó a sí mismo a hablar, esta vez el llanto le
impediría hablar, esta vez tenía que decir algo importante, no por él, sino por
alguien más-Es muy bello, esto es demasiado hermoso-y volvió a abrazar a Yuto.
Pero este nuevo abrazo era
diferente, era Yuto quien se acurrucaba en los brazos de Ryosuke, el primero
empezó a descender, mientras el segundo acariciaba su espalda, su cabello, y se
arrodilló en el piso con la cabeza baja, con unos anchos hombros saltando,
musitando entre sollozos-Eras tú.
Al lado de la pareja había una
tarjeta de cumpleaños muy colorida que tenía escrito:
¡Feliz
cumpleaños! ¡Realmente te gustan las carteras! Así que si tienes entre tus
planes regresar, aquí ya tienes tres. Otro año más sin ti, te esperamos por
siempre ¡Tu familia que te ama Papá, Aya y Yuto!
El abrazó continuó unos lustros
de minutos, cuando Yuto habló:
-Ella falleció hace unos años,
cuando yo tenía 6, mi hermana tenía 12…
-No tienes que explicármelo ahora
-Aya sabía de la fascinación de
mi mamá por las carteras…todo el vecindario lo sabía-sonrió hacia el
techo-juntamos el dinero suficente…mi padre ayudó claro-acaso Ryosuke escuchó
una pequeña carcajada-lo teníamos todo listo, se sorprendería de verdad,
nuestro primer regalo serio-las lágrima de Yuto saldrían de nuevo
-En serio, no tienes por qué-
-Pero ella no pudo llegar, sufrió
un accidente camino a casa-las lágrimas volvieron a salir-llamaron por
teléfono, era el hospital, ella aún estaba consciente…cuando llegamos, solo
sonreía, esperaba por su regalo-sobre su sonrisa, lágrimas redondas bajaban sin
tanta prisa, como si ya conocieran el camino que recorrerían-papá ya le había
dicho-chasquido-pero no reclamamos, la abrazamos, dijo que-ella…dijo…dijo que
esperaba una cartera desde hace mucho…tenía todo lo que desde siempre había
soñado…ya no tendría por qué regresar a casa, su hogar estaba a su lado…(jaja)
pensé que se refería a la cartera, no lo entendí en ese momento, ella se estaba
despidiendo, ella no volvería más…pero yo le dije…que cada cumpleaños le
regalaría una…hasta que regrese a casa…pero…pero…
-Yuto, ella nunca se fue.
Yuto miró a Ryosuke como cuando
un ciego mira por primera vez.
-Gracias Yama-chan, necesitaba
oír eso de alguien más, alguien que no viviera en esta casa…-enterró la cabeza
entre el cuello y la cabeza de Ryosuke.
Pasaron unos minutos
-¿Ya vamos?-preguntó un Ryosuke feliz
-Sí-Yuto dijo esperanzado.
Se levantaron, Yuto fue a su
cuarto a ducharse, mientras Ryosuke terminaba de arreglarse.
Después de unos minutos, se
escuchó un “ya bajo” desde arriba.
Minutos después un Ryosuke con
cara de “pero mira que guapote” veía como bajaba un muchacho alto, de cabello
oscuro, perfecta figura y con buena ropa del segundo piso, en ese momento su
inseguridad aumentó a mil, no era lo suficientemente guapo para él.
-Creo que ya podemos irnos-dijo
Yuto feliz
-…sí…vamos
-¿Estás bien?
-Sí, es solo que…que…te ves muy
bien-dijo algo sonrojado
-¡Ahh gracias!-dijo Yuto
frotándose la cabeza, pero sintió tristeza en su compañero-¿De veras estás
bien?
-…no me veo bien, al lado tuyo
-(jajaja) ¡Yama-chan! Antes de ti
no había conocido a otro chico más tierno y guapetón
-¿Ah? ¿Eso es un cumplido?
-Síí...-Yuto lo pensó por un
momento-creo que es tarde será mejor que nos vayamos-cogió la mochila de
Ryosuke y salieron.
El ambiente no era muy bueno,
Ryosuke estaba apenado, llegaría al lado de un príncipe tal vez…
-Yama-chan, entremos aquí y luego
tomamos el tren
Ryosuke levantó la mirada y vio
el gran letrero que decía “Boutique para el hombre de la era Hey”
-Pero yo no tengo…
-Lo pago todo por hoy ¿Está bien?
-¡Te lo devolveré!
Entraron
y disfrutaron de las compras, ambos disfrutaron de la apariencia de Ryosuke,
cuando salieron de la tienda, Yuto abrazó a Ryosuke desde atrás y se
encaminaron a la estación.
Llegaron al lugar, la fila para
entrar no era muy larga, así que no tuvieron que esperar mucho.
-¡Estoy emocionado!
-Yo también…Yama-chan ¿Viniste
solo porque a nadie en tu vecindario le gusta Leona Lewis?
-No es que no les guste…es que yo
no les agrado…
-¿Por qué?
-(suspiro)…no lo sé…
-…Será mejor que cojamos unos
buenos asientos, la tenemos que pasar muy bien
Después de un rato ya había mucha
gente, las luces se apagaron y Leona hizo su aparición, todos empezaron a
gritar y empezó el concierto.
Yuto y Ryosuke cantaron,
gritaron, bailaron y lloraron, se había divertido tanto.
-Yama-chan aún podemos coger el
último tren
-…sí, vamos rápido
Caminaron hasta la estación,
conversando sobre lo que acababa de pasar, compraron los boletos y llegaron al
tren.
-Voy a extrañarte Yama-chan-dijo
Yuto, no tenía mucho tiempo para despedirse
-También yo, muchas gracias por
pasar el día conmigo
-No es nada… tú me gustaste desde
el primer momento
-No creo que sea eso, tienes un
carácter muy jovial
-…creo que…¿Puedes contarme sobre
tus amigos?
Ryosuke no estaba muy confiado,
pero Yuto le abrió su corazón, así que podía hacer él también
-En mi casa todo era muy normal,
pero solo es mi lado de la historia, tenía amigos…mis padres se separaron y yo
estuve muy confundido, así que la única manera que encontré para despejarme era
cantando. Pero mis amigos me decían que cantaba mal, así que les creí…luego
entré al coro de la iglesia, de verdad no quería dejar de cantar…pero ellos…a
ellos no les gustó la idea. Desde ese entonces no tengo amigos
-¿Y los chicos del-
-Ellos tienen miedo de juntarse
conmigo, están amenazados
-Yama-chan deberías enfrentarlos
-Ya lo hice…terminó mal
-¿¡Te golpearon!?
-Sí…así que ya no me meto con
nadie…ellos creyeron que yo no iría al concierto, así que falté hoy al colegio
y vine, pero no me creerán…
Sonó el aviso para bajar del
tren, y Yuto ya tenía que irse
-Eres muy encantador, no creo que
debas darles explicaciones, si viniste o no, eso tú lo sabes
-Suena tan fácil hacerlo…
-Me tengo que ir…seguimos en
contacto-se agachó y besó la frente del menor-Te quiero Yama-chan
Ryosuke sorprendido, pero algo
desanimado dijo-Yo también
Después unas horas cada quien
estaba en su casa, pero ellos estaban hablando a través de mensajes de texto
desde hace mucho
Cuando
llegó el primer mensaje Ryosuke no se lo podía creer, realmente Yuto quería
seguir en contacto, y como solo hablaría por ese medio, no se lo podían quitar.
Así transcurrieron casi dos meses,
cada mañana era esperanza para Ryosuke, porque cada día tenía en quien pensar,
alguien especial, alguien con quien podía ser el mismo. Mientras Yuto era feliz,
el vacío que había dejado su madre, ya no parecía tan grande.
Empezaron a salir de vez en
cuando los fines de semana, siempre iban en el mismo compartimiento en el que
se conocieron, a veces sentados uno al lado del otro o uno frente al otro, pero
siempre juntos. Irían tal vez a comer cualquier cosa a la ciudad o a una tienda
de música, unas horas tan preciadas, esperadas por ellos cada semana.
Era sábado, cuando llegó el
primer mensaje del día
-Ya estoy por salir a la iglesia,
para el ensayo ¡Qué tengas una buena mañana!
Y contestaron
-Sigo durmiendo, pásala bien
-Hablamos más tarde
Ryosuke iba camino a la iglesia,
tan lento cuanto podía, para hablar más tiempo con Yuto, cuando vio a lo lejos
a un grupo de personas que esperaban por él, eran sus “amigos”, ducó un poco,
pero siguió caminando.
-¿Hey Ryosuke por qué andas tan
feliz?
-¿No te he dicho que tu sonrisa
nos fastidia?
-…permiso
-¿A dónde quiéres ir? No te
necesitan aquí ni allá ¿No quieres un favor y te desaparecemos de una vez?
Ryosuke pensó que tal vez lo
golpearían, pero no estaba solo, se tenía a sí mismo, tenía que enfrentarlos,
quería que Yuto supiera que los enfrentaría, así que llamo a Yuto y dejó el
celular en su bolsillo, Yuto se enteraría…
-Si quieren golpearme háganlo,
pero no me dejaré
-(JAJAJAJA) Eso es como decir que
te golpeemos, bueno ya que así lo quieres-el primer puñetazo iba viajando
cuando Ryosuke agarró la mano de su oponente
-¿Por qué? ¿Por qué me hacen
esto?-preguntó un molesto Ryosuke, antes hubiera sentido miedo, pero esta vez
estaba molesto-¿Acaso soy tan buen cantante que me envidian?¿Acaso soy mejor
estudiante que ustedes?¿Acaso les robé a sus novias?¿O les hice daño?-empujé el
puño más allá
-No lo sabes, creí que era
obvio-dijo otro, el más grande-tu papá se acuesta con mi madre-¡Y no quiero un
hermano marica como tú!
Aunque ese golpe se veía venir
Ryosuke no respondió a tiempo, su padre ¿era eso?
Cayó al suelo y vio sangre en el,
él quería hablar, quería entenderlo completamente, se levantó y dijo
-Mis padres están separados desde
hace mucho, tu mamá es soltera ¿¡CUÁL ES EL PROBLEMA!?-Ggritó secándose los
labios
-¿Cuál es el problema?¿Aún no lo
tienes no Ryosuke?...Ella prefirió a tu papá sobre mí-dijo el otro tratando de
recordar-Se olvidaba de darme de comer, solo para salir con ese
viejo...-parecía que el mismo no entendía el por qué tenía que continuar la
pelea, pero levantó la mano y golpeó otra vez
Ryosuke cayó al suelo de nuevo,
pero se incorporó-Lo entiendo ahora, no falta me digas mááás y corrió hacia el
alto y empezó a golpearlo, este era más alto y más grueso, aunque era una
pelea, parecía que solo uno daba todo de sí
mismo-Por-culpa-de-ustedes-no-he-vivido-en-paz-los-últimos-años-siguió
golpeando pero vino otro desde atrás lo levantó y lo tiró al piso, Ryosuke ya
no tenía fuerza, y aunque lo otros lo sabía, siguieron golpeando su estómago.
-¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué no
entiendes que yo también he estado triste? ¿! POR QUÉ NO ENTIENDES QUE TAMBIÉN
ESTUVE TRISTE!?- se levantó como pudo y arremetió contra el que estaba más
cerca, le dio dos golpes en la cara, pero lo volvieron a tirar al piso.
-También lo estuve, pero era más
divertido hacerte miserable-levantó la pierna, tal vez con esta pisada le
destruiría una o dos costillas, pero no importaba, él sufriría. Pero cayó al
suelo, y nadie entendió.
Un chico alto y delgado había
empujado al victimario.
-¿Yama-chan estás bien? Tenemos
que irnos
-Así que eres tú el culpable de
su sonrisa-intentó golperalo pero no pudo, Yuto era más rápido
Ryosuke
veía como iban cayendo sus oponentes…no veía bien…no podía ser Yuto, él está
muy lejos, pensó antes de desmayarse.
-¡Ya despertaste Yaman-chan!-dijo
Yuto feliz
-…aaah…mis oídos-dijo somnoliento
Ryosuke
-Perdón-lo ayuda a sentarse en la
cama
-¿Te sientes bien?
-Sí…aunque me due-¿Qué ha pasado?
-Te traje a tu casa. Tuviste una
pelea…tuvimos una pelea… ¡No entre nosotros!-dijo sonriendo Yuto
-Eras tú…eras tú. Gracias-Ryosuke
abrazó a Yuto como pudo, todavía estaba adolorido.
-No te esfuerces mucho-dijo Yuto
tocando la cabeza de su compañero-lo estabas haciendo muy bien…al menos me
diste tiempo. Qué bueno que llamaste-Ryosuke frunció el ceño-Gracias a la
llamada pude escuchar lo suficiente como para venir, tomé el carro de mi
hermana y vine…pero no lo hice solo, como venía muy rápido una patrulla me
siguió y si no hubiera sido por los policías tal vez…-Yuto se detuvo-…pero ya
estás bien, estamos juntos.
-¿Mis padres?
-Ya hablé con ellos, tu mamá está
fuera de la ciudad, tu padre sigue en el extranjero…¡Me permitieron quedarme
este fin de semana para cuidar de ti!
Ryosuke sonrió, y luego recordó
-Ellos estaban siendo
influenciados por el líder…mi papá estuvo con su madre…
-Ya veo…ellos están detenidos, no
creo que te vuelvan a fastidiar, también probaron algo de mis puños-Yuto mostró
el dorso de su mano y sus nudillos estaban rojos-Por cierto, el doctor dijo que
bastaría con que te quedaras en cama hasta hoy, lo soportaste muy bien, estoy
feliz por ti.
Ryosuke se sentía muy feliz,
quería agradecer a Yuto el hecho de que sin él, tal vez hora seguiría llorando,
seguiría escondiéndose, pero la emoción lo embargaba.
-Será mejor que descanses ahora,
dormiré en la sala, así que si necesitas algo, sólo llámame- le dio un beso en
la frente y se fue.
Tal vez esa fue la primera noche
de Ryosuke en la que el dolor no estaba acompañado de la tristeza.
Para cuando Ryosuke despertó Yuto
ya estaba a su lado, mirándolo, aún no había salido el sol, había comida en el
escritorio.
Se miraron sonriendo y Yuto fue
por la comida
-Es una pena que hayas
despertado, estaba admirando la vista.
Ryosuke se avergonzó, pero luego
dijo
-Puedes seguir mirándome…
-Toma-le alcanzó un vaso y
desayunaron, hablaron sobre como estuvo la pelea, entonces Ryosuke se levantó
rápidamente y fue al espejo
-¿Cuántos golpes me dieron?-dijo
para sí mismo
-Unos 15- dijo Yuto
-…¿Cómo lo sabes?
-Estuve junto a ti, cuando te
revisó el doctor
-Tengo que comprobarlo-se sacó el
polo y empezó a verse-Waao…en ese momento no sentí tanto dolor…
-Oye-dijo acercándose
Yuto-Estabas en el suelo, mira mis moretones-sacó el polo de su cuerpo, Ryosuke
lo vio asombrado
-…esto… ¿Duele?-y lo tocó, Yuto
dio un pequeño salto
-Oye
-¿Sí?
Y Yuto besó a Ryosuke, tomándolo
de la nuca y de la cintura, Ryosuke empezó a seguir el beso, y tomó los costados
del otro, al rozar sus pechos ambos sintieron escalofríos.
Escalofríos que habían sentido
hace un mes, cuando en la azotea a la que fueron el día que se conocieron,
Ryosuke besó a Yuto por primera vez.
Aunque ambos estaban nerviosos no
se detuvieron, había querido esto, tal vez desde hace un mes, tal vez dos, tal
vez toda una vida, pero eso ya no importaba.
Ryosuke llevó a Yuto hasta la
silla del escritorio y lo sentó ahí, él se sentó encima, comenzó un beso con
más fuerza, Yuto solo tocaba la espalda de Yuto, mientras que el otro empezó a besar su
cuello. Debido al roce de sus miembros Ryosuke dio un leve gemido, Yuto
reaccionó a esto, y lo besó de lleno en la boca, cogió a Ryosuke de las piernas
y lo llevó hasta la cama mientras se besaban, lo recostó suavemente y se puso
encima de él, sin tocarlo, por si el dolor seguía.
-Está bien, ya no duele más
Yuto sonrió y apegó su cuerpo al
otro, sin dejar de besarse, sus miembros se rozaban cada vez con más fuerza, y
Ryosuke empezó a lanzar leves gemidos, entonces el alto comenzó a bajar los
pantalones del otro, Ryosuke estaba disfrutándolo
-Es tu turno
Y Ryosuke bajó los de Yuto. Los
rayos del sol empezaron a llegar a través de la cortina. Yuto cogió a Ryosuke
otra vez, lo levantó y lo apoyó a la cómoda en la cabecera de la cama, Ryosuke
tomó con fuerza la cómoda, mientras Yuto lo tocaba, cada vez con más fuerza, se
detuvo y acomodó a Ryosuke y lo penetró,
ambos gimieron, entonces Yuto empezó a moverse y a tocarlo, el otro solo estaba
sujeto a los estímulos, arqueando la espalda y mordiendo sus labios.
La mano de Yuto se vio húmeda y
Ryosuke estaba satisfecho, Yuto siguió tocando al otro y luego gimió con fuerza
y salió. Ryosuke volteó y se abalanzó sobre el otro, no dejaba de besarle el
cuello, el pecho, y Yuto lo abrazaba feliz. Ryosuke cogió el miembro de Yuto y
lo frotó de tal manera que el mayor se estremeció, ahora ambos se tocaban entre
sí, sin dejar de besarse, de mirarse, de quererse, luego de unos minutos las
sábanas ya estaban húmedas y Ryosuke se desplomó sobre Yuto, este lo acomodó
entre sus brazos y durmieron, quien sabe hasta cuando, tal vez aun despiertos
seguían soñando.
Habían llegado los dos juntos a
la casa de Yuto, era sábado otra vez y los moretones ya no estaban, dejaron los
abrigos en el closet, donde ahora había espacio y un cuadro grande de la
familia Nakajima.
-¿Qué película veremos?
-Creí que comeríamos
-Si vamos a comer, comeremos
tomates
-Me parece bien una de terror
Yuto sonrió, encendió la
televisión y se sentó en el mueble, Ryosuke fue a la cocina, regresó y le
alcanzó algo de basashi, mientras comía fresas recién lavadas y se sentó junto
a él.
Veían la televisión, era muy
temprano para ir al cine, y Ryosuke recordó
-¡Yuto!
-¿Sí?
-Una vez me dijiste que habías
adivinado el nombre de alguien antes… ¿De quién?-Preguntó curioso
Yuto regresó la vista a la
televisión y dijo sin darle mucha importancia
-El de mi primer novio
-…Aaah…-Ryosuke se levantó
lentamente, pensando, y fue hacia la ventana que daba al jardín, ahora mirando
las flores
Luego de unos momentos Yuto se
dio cuenta que algo le pasaba a su novio, se acercó y lo tomó de la cintura,
pudo ver a través del cristal de la ventana unas gotas, pero no estaba
lloviendo
-¿Qué pasa Yama-chan?-dijo Yuto
amablemente
-¿Por qué se mueren algunas
partes de las plantas? ¿Por qué hay cortarlas? ¿Por qué no podemos esperar a
que vuelvan a vivir?
-Porque ya están muertas, hubiera
sido mejor si nunca se hubiera marchitado
Ryosuke volteó, y Yuto se
sorprendió al ver una gran aflicción en sus ojos
-¿Terminaremos algún día?
Yuto sonrió, ya no era tan
extraño para Ryosuke ver sonreír en momentos así a la persona que quería, pero
se sorprendía casi siempre
-No creí que tú pensarías en eso,
tú que confiaste en mí, sin importarte que en el pasado no confiabas en nadie
-Es cierto-dijo pensando
-Yama-chan ¿Qué importa si
terminamos mañana? Hoy estamos juntos, y siento que lo estaremos por siempre…
Ryosuke dejó de llorar
-También lo creo
-Pero tengo un buen
fundamento-dijo Yuto secando los últimos rastros de lágrima del pequeño
-¿Ah?
-Te amo Yama-chan
Ryosuke se sorprendió, a pesar de
estar juntos desde hace tiempo, esas palabras, esta vez, lo tocaron más, y se
sorprendió más al darse cuenta que él quería y necesitaba decirlas, pero abrazó
a Yuto desde el cuello y lo besó, luego fue corriendo al baño y cerró la
puerta, dejando a un curioso Yuto, este se acercó al baño y cuando iba a tocar
la puerta escuchó un gran grito
-¡Yuto Nakajima también te amo!
Este sonrió con la seguridad de
que la otra persona también sonreía, ahora aunque había una puerta de por
medio, no habían más obstáculos que les impidieran estar juntos, juntos tal vez
por siempre.