CAPITULO 1:
¿Quién eres?
No hubo sorpresa en el rostro de los niños del segundo grado
del colegio “Sabella” cuando la puerta del aula se abrió de un fuerte porrazo y
dejó ver allí, de pie, la delgada silueta de Mika, la auxiliar de educación,
disponiéndose a entrar con sus aires mandones, sin haber pedido permiso al
profesor del aula y sin importarle la interrupción de la clase y menos haber
saludado.
Con la visita de Mika todo empezó a cambiar en el aula, un
aura molesta remplazó a una de entretenimiento a la clase del profesor.
Yuya vio a Mika y le hizo sentir su incomodidad. Mika le
devolvió la “cortesía” con una mueca despectiva, todos sabían que se odiaban,
cuando hablaban su tono era tenso y cortante.
Yuya no era como los demás profesores, era muy joven para la
mayoría, nadie sabía cómo había llegado, ni de donde, solo sabían que sus
capacidades como docente del área de matemáticas eran espectaculares.
-Profesor- llamó Mika a Yuya-, el director lo espera en su
oficina-.
Abandonar el aula en medio del trabajo lo llenó de fastidio.
Pero su desagrado fue mayor al saber que el director, el gordinflón –como decía
el- iba a estar otra vez gruñendo, mirándolo con sus ojos rabiosos y
desorbitados.
Al principio no le molestaba, ya que Yuya pensaba que era un
hombre correcto, ya que había logrado “domar” a un grupo de delincuentes (el
colegio no se encontraba en la mejor zona, que digamos), pero al final todo se
le subió y se corrompió abusando del poder.
A Yuya lo trataba de incompetente, entrometido y hasta de
presumido. Lo consideraba expresión de cambios educativos con los cuales no
concordaba. A los nuevos enfoques de enseñanza y aprendizaje que Yuya defendía
en las asambleas, el director salía al frente: [son experimentos foráneos ajenos
a la realidad, puro cuento].
-no puedo ir ahora… iré más tarde- respondió Mika.
-¡yo solo cumplo ordenes profesor! En todo caso dígaselo
usted mismo- refutó ella y se retiró.
Mientras Yuya caminaba por el pasillo y pensaba en el motivo
de la llamada del director, observó, en el piso polvo y papeles.
En una oportunidad, el reclamó, pero el director refutó y la guerra quedó declarada.
Y así fue como empezó su calvario.
En el laberinto de sus pensamientos aturdidos Yuya encontró
amistad con Inoo Kei, el profesor de inglés. Sabía bien que su cita con el
director no era para una felicitación. Por eso mismo, sus preguntas rondaban
sobre su amistad con Kei, de quién sentía que estaba perdidamente enamorado
desde hacía unos cinco meses, sin que él le hubiera dado muestras de alguna
esperanza, de tenerlo algún día temblando de amor entre sus brazos, aparte con
él pensaba que su amor de la infancia se esfumaría, no tenía oportunidad de
recuperarlo.
Entró al despacho del director, él como siempre amargado
mirándolo, notó la presencia de una señora con la cabeza gacha
-Tengo la queja de esta madre de familia, diciendo que su
hijo no entiende su forma de explicar- dijo el hombre poniendo un papel sobre
la mesa.
-¿no entiende?- dijo Yuya ladeando la cabeza, mirando a la señora
de su costado aún sin mirarlo a los ojos, -pues ¿quién es el niño que no
entiende mis clases?- preguntó el ya que no recuerda que algún niño se haya
quedado atrás.
-Marius Yo- dijo él –aparte la señora Yo a denunciado que
usted hace tocamientos indebidos a sus alumnos- poniendo otro papel sobre la
mesa.
Esa fue la gota que rebalsó el vaso ¿Cómo era posible decir
eso? ¿Tanto lo odiaba el director como para hacer ese tipo de acusaciones?
-¿perdón?- atinó a decir, - la acusación que está usted
haciendo es muy grave.-
-señor usted ya estaba con un pie afuera de esta institución,
con esto es ya demasiado- dijo mirándolo, - este podría ser su último día en
esta escuela-.
Yuya se retiró de la oficina del director.
No le importaba después de todo ya tenía un trabajo en otra
ciudad que solo estaba para aceptar, así que si perdía este trabajo no le
afectaría mucho, iba cerca de la cafetería cuando sonó el timbre del almuerzo,
vio a un pequeño niño que se le acercaba con cara de pocos amigos.
-hola profesor- saludó esbozando una pequeña sonrisa en su
angelical rostro, -podría usted explicarme estos ejercicios, realmente no los
puedo entender- dijo mientras se jalaba un poco los cabellos.
//POV YUYA//
Yo solamente atiné a acariciarle la cabeza –claro Shori-dije,
sentí como unas miradas en modo desaprobatorio se posaban en mí, parece que el
director y Mika se habían encargado de esparcir el chisme de que soy un
pedófilo, estaba clara mi orientación sexual, yo la tengo clara desde hace
mucho tiempo, me gustaban los hombres, pero… ¿niños? ¿Es enserio? ¿Qué clase de
enfermo creen que soy?
Nos sentamos en una de las mesas y le expliqué el problema,
en realidad los entendió muy rápido, no sé que hace en esta escuela mediocre,
teniendo tantas oportunidades para desarrollar correctamente sus habilidades,
se marchó de regreso a su aula.
En la última hora me tocaba en la clase del niño hijo de la
señora que puso la denuncia, no parecía saber nada del tema, riendo como
siempre abrazando al pequeño Shori, nunca se separaban, como supuse todo era
inventos del director de deshacerse de mí.
Seguí con mi clase como normalmente lo hacía, sonó el timbre
de salida, con pequeños gritos de júbilo de parte de la mayoría del aula y
seguro el colegio, todos se despidieron de mi como si me fueran a ver el día
siguiente; solamente solté un suspiro al aire al saber que mi clavario en ese
colegio terminaba, era como un respiro para mi alma; pero otro tema era el
conseguir otro trabajo, usando mi habilidad en las matemáticas quizá logre mantenerme
un tiempo, tengo que encontrar la manera de estabilizar la situación, no pienso
volver a casa, ya llevaba trabajando un tiempo en esa escuela, 6 meses
exactamente, me resultaba un poco difícil separarme de ella.
Sin darme cuenta me había metido en uno de esos lugares fuera
del control de la policía, quizá tierra de nadie donde los pandilleros, aún
desde muy jóvenes se metían en actos delictivos y en vicios, me hicieron
acordarme de los chicos más jóvenes que yo de la casa de la señora que me alquilaba
un cuarto, los había logrado meter en un buen camino hablándoles y enseñándoles
un poco de matemáticas, eran buenos chicos.
En ese lugar se empezaban a reunirse las pandillas de chicos
buscando pleitos y a quien quitarle sus pertenencias, cuanta seria su
inestabilidad social para obligarse a hacer este tipo de cosas, de alguna forma
nunca tuve que vivir ese tipo de miserias.
Desperté de mis pensamientos cuando vi que un hombre muy
grueso se acercaba a un joven que tenía una mochila la cual sujetaba fuertemente
contra su pecho, parecía importante su contenido ya que cuando el hombre lo
empujó y arrastró por el piso intentando arrancharla, no la soltó, me sorprendí
al ver como aquel matón sacaba de uno de sus bolsillos un objeto reluciente de
metal afilado, solamente al ver eso me acerqué y sacando fuerzas de no sé donde
arremetí contra el hombre, le hice una mueca el chico para que escapara, él
cogió su mochila y corrió, seguí golpeando a ese hombre hasta que cayó
inconsciente al suelo, de alguna forma me desquité con él.
Después de un rato unos 2 hombres más se acercaron a mí con
no muy buenas intenciones, -¡oye! niño bonito, ¿Qué haces tú aquí?, no es un
lugar para mariquitas- escupió uno, realmente me sentí indignado, -aparte que
hace alguien de nuestra edad con un traje así- dijo el otro.
-disculpen, “caballeros”- haciendo énfasis en la palabra, -yo
seguramente soy mayor que ustedes, pues ya tengo la edad suficiente, y también
mentalmente por lo que veo, para hacer lo que yo quiera- simplemente les dije
con aires de superioridad, lo que a mi parecer no les gustó mucho, ya que sus
rostros se desfiguraron con una mueca de odio hacia mi; arremetieron contra mi
persona, y tal parece toda la adrenalina de hace un momento se me acabó ya que
mis golpes no les hicieron daño alguno, me tumbaron al suelo con un golpe con
la rodilla en el estómago, pero lo más doloroso fue cuando golpearon mi cabeza
contra la acera, sentí como algo de sangre brotaba de la herida, los hombre se
fueron corriendo, antes de perder el conocimiento pude ver al chico de hace un
rato corriendo hacia mí, al parecer fue por ayuda, después de eso lo único que
vi fue oscuridad.
//FIN POV YUYA//
Un joven apuesto esperaba frente a un parque muy bien
cuidado, veía su reloj de pulsera cada cierto rato, y volteaba a buscar a
alguien; una joven lo veía embelesada, era muy apuesto y elegante, un príncipe
azul para esa pobre cenicienta, sus sueños se esfumaron con ese chico, una
pobre chica vestida con harapos y toda sucia, vio como el joven la miró con furia
en su rostro y sacó algo de su bolsillo, tiró las rosas que traía en la mano y
se dispuso a cruzar la calle, la joven tuvo miedo al ver que se acercaba a ella
y sacaba algo de su bolsillo.
-toma esto es tuyo, úsalo de la manera correcta-le puso una cajita
en la mano y se fue.
-gracias joven… pero…- fue callada por el apuesto chico, -no
te preocupes después de todo quizá ya no lo necesite- dijo mientras sonreía
amargamente.
-por lo menos deme su nombre para agradecer de la manera
correcta- dijo ella mientras abría la cajita y veía en ella un hermoso anillo
de oro.
- Yamada Ryosuke- dijo él, -gracias joven Yamada-, ella
respondió con una reverencia pero notó que el joven ya se iba en un taxi.
//POV Yamada//
El taxista me preguntó a donde me dirigía, -solo… a donde
sea- dije mientras me acomodaba en mi asiento
-esta es la última vez Chinen Yuri, si quieres que esto se
acabe acabará- tenía mucha rabia en mi interior, esta era nuestra cita de
reconciliación ¿Cómo pudo faltar? Pero… ¿y si le pasó algo? En ese momento sonó
mi móvil, era él, se le escuchaba llorar.
-Yama-chan, necesito que vengas, por favor- dijo con voz
suplicante y preocupada, me alarmé por eso.
-¿Qué sucede? ¿Estás bien? ¿Dónde estás?- lo llené de
preguntas, estoy muy preocupado el solo pensar que le pase algo.
-estoy en el hospital, solo ven, aquí te contaré todo… te
necesito- dijo aun llorando.
-está bien ya voy por allá- dije antes de colgar, -señor, al
hospital por favor- cambié las órdenes al taxista.
Cuando llegué lo busqué con la mirada, el hizo una señal con
sus manos para enseñarme su ubicación y me acercara; cuando estuve junto a él
me lo abracé como nunca antes, como si fuera la última vez que lo viera, empezó
a temblar un poco y luego lloró otra vez entre mis brazos, aún no le preguntaría
que pasó, pero verlo así un poco sucio y con las ropas desarregladas, me
preocupó bastante.
Cuando paró de llorar me dispuse a preguntarle lo sucedido,
cuando una enfermera se nos acercó.
-joven, su pareja padece una contusión muy grande en la cabeza
y unos daños interno, tendremos que operar- dijo la señorita, con la cual
siguió hablando, ¿pareja?
a que se refería, está bien que los matrimonios entre personas del mismo sexo ya no era tabú en la sociedad ni tampoco las relaciones amorosas, pero… ¿Cuándo se casó Hae?
a que se refería, está bien que los matrimonios entre personas del mismo sexo ya no era tabú en la sociedad ni tampoco las relaciones amorosas, pero… ¿Cuándo se casó Hae?
-¿me puedes explicar que está pasando aquí?- le dije alzando
una ceja, él solo tomo asiento conmigo.
-bueno como verás, me atacaron cuando iba de camino a nuestra
cita, y un joven resultó herido al defenderme- dijo mientras abrazaba otra vez
su mochila.
-te ayudo… estoy agradecido por eso, pero ¿Cuándo te has
casado tu?- aun estaba confundido, el solo se sonrojo
-bueno eso… es que cuando llegamos no encontraba
identificación en ninguna parte así que dije que era su pareja para que lo
atendieran más rápido y no hasta esperar que todo se complique por no saber
quien era- Chinen a veces resultaba ser muy bueno con la gente a su alrededor y
eso me causaban un poco de celos, estaba agradecido con el chico que salvó a su
novio pero tenia un presentimiento, un mal presentimiento
//FIN POV YAMADA//
Esperaron unas horas más hasta que salió el doctor
-listo la operación fue un éxito- el doctor se dirigió a los dos
jóvenes, un Chinen preocupado escuchando cada indicación y un Yamada totalmente
aburrido
//POV ChINEN//
Parecía un poco grave lo que paso, pero el doctor me dijo que
el estaría bien dentro de poco y que por ahora dormía, entraré a verlo.
Justo cuando estoy por abrir la puerta de la habitación la
mano de Yama-chan se posa en mi muñeca apretándola un poco.
-Chii yo…- no pudo terminar de decir lo que quería ya que un
policía nos interrumpió dándome un maletín
-¿Qué es esto?- estaba confundido
-son las cosas del joven lo encontramos en el lugar del
ataque- yo le agradecí el gesto de haber traído el maletín, ahora seguro si me
enteraba de quien era la persona que me ayudó, busque entre sus cosa hasta que
di con lo que parecía ser un pequeño tarjetero, ahí encontré su identificación,
-Takaki Yuya- susurré, se me hacía conocido ese nombre
-Chii…- no pudo seguir hablando ya que me paré rápido
-lo siento Yama-chan, anda a la casa y descansa aun me
quedare un rato mas- acaricie levemente su rostro, había sido un poco
desconsiderado tenerle aquí aburrido
-está bien- suspiro pesadamente, pareciera que quiere decir
algo y no se decide.
-prometo hablar contigo en casa ¿si?- intenté tranquilizarle,
¡claro! Había olvidado el porque me había metido en problemas, corrí hacia mi
maleta, pero me detuve antes de abrirla, no era el momento ni el lugar
-¿sucede algo?- me pregunto Yama-chan mientras besaba mi
hombro
-no nada, te amo- le di un beso en los labios, pero luego
recordé que hoy debí haberme reconciliado con el, pero conociéndolo esa
reconciliación terminaría en cosas mayores, me sonrojo al pensarlo, no me
siento listo, así que creo que Takaki Yuya me ha salvado dos veces hoy
-bueno me voy, ¿estás seguro de quedarte?- aaww siempre se preocupa
por mi, pero hoy me quedaba con Yuyan ¿Qué clase de confianzas son esa Yuri?
Casi ni le has hablado y ya lo llamas Yuyan
-¿sucede algo?-seguro a Yama-chan le pareció extraño que
empezara a hacer caras
-no, ya vete- lo empujo sonriendo
-esta bien, pero llámame si algo pasa- yo solo asentí con la
cabeza
Después de que Yama-chan se fue entre en la habitación en la
que Takaki Yuya se encontraba, se encontraba durmiendo, se veía tan tranquilo.
Al verlo ahí echado y magullado por mi culpa me hace sentir mal,
por alguna razón solté unas lagrimas, pero es que ese chico me traía una cierta
nostalgia.
¿Quién eres Takaki Yuya?
......Continuara
1 comentario:
*______* Me gustó el primer cap :D Yuya está enamorado de Inoo~
Ese director es un sajfhksdklhvg de que va? Pero en serio, Por qué? ¬¬
Seguro que Chinen y Takaki se conocen de antes, lo siento Yamada, no tengo nada en tu contra pero Yuri se tiene que quedar con Yuya (Que a su vez, tiene que tener algo con Inoo(?))
Waaaa, conti cuando puedas >/////<
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